Por Diana Rodríguez y Carlos Meza
El Athleisure y Activewear como tendencias han existido por más de 40 años, tanto en comunidades de deportistas como en seguidores de la moda. Al atravesar los tiempos de crisis generados por el COVID-19, ambos términos han tomado un nuevo auge en el sentido de la vestimenta. La búsqueda por el equilibrio entre mantenerse saludable, activo y cómodo para poder llevar a cabo cualquier actividad, pero, sin perder el estilo en ningún momento, ha impulsado las ventas del segmento, incluso en el complicado contexto de mercado actual.
¿Sabemos cómo nacieron estas tendencias que se han vuelto parte de nuestro día a día?
En la década de los 70’s, el término Athleisure (combinación de Athletic, atlético y Leisure, ocio) comenzaba a emplearse debido al impulso de la cultura fitness y al uso diario de la ropa especializada para el deporte. Las marcas de moda encontraron la brecha entre “ropa deportiva” y “ropa para aparentar ser atlético”, con el lanzamiento de líneas especializadas con colaboraciones tanto de diseñadores, como de personajes públicos, generando un fenómeno en los consumidores.
Con el paso del tiempo, el tamaño del mercado del Athleisure ha incrementado su valor, llegando a ser de 155.2 billones de dólares en 2018 y se espera que alcance los 257.1 billones de dólares en 2026, registrando un crecimiento anual del 6.7% de 2019 a 2026, en donde tendrá la mayor participación de mercado en la industria de la moda.[1]
En los últimos tres años podemos observar el crecimiento en importancia de esta tendencia en los países medidos por Segmenta (México, Argentina, Chile y Perú)
El estilo de vida que forma tribus
Normalmente utilizamos el termino tribu para identificar a un grupo de individuos que comparte un universo de intereses comunes, en su mayoría jóvenes que buscan una identidad propia y que rompa con el estereotipo de la sociedad a la que pertenecen. Estos grupos han impulsado el crecimiento del Athleisure, adaptando los elementos de esta tendencia a su forma de vida, que con el paso del tiempo ha tomado popularidad estableciendo diferentes modas.
Algunas de estas tribus son:
Ath-luxers
Elevan el ‘sportswear’ a un nivel superior, con firmas como Tory Burch o Stella McCartney para Adidas. Para ellos, el tiempo de entrenamiento es equiparable al lujo, por lo que acuden a gimnasios luxosos y de alto costo.
Protein princesses
Se centran en el aspecto aspiracional y siguen a iconos como Khloé Kardashian y Karlie Kloss. Entrenan entre 5 y 6 veces a la semana y lo importante para ellas es poder presumir de ello en sus redes sociales.
Ath-fakers
Ellos buscan la comodidad, pero nunca descuidan sus ‘looks’, el deporte no necesariamente es esencial en sus vidas. Firmas como Lulemon encajan en este perfil.
Allday-actives
El deporte y la salud son partes esenciales de sus vidas y lo reflejan en su modo vestimenta diaria
Fash-leisures
Mezclan ropa de firma ‘premium’ con prendas de Adidas o Nike. Quieren descargar sus ‘looks’ y darles un giro ‘casual’. Adoran las ediciones limitadas de las líneas deportivas y las colaboraciones de edición especial.
Activewear
Otra tendencia que está tomando relevancia en la actualidad es el Activewear (del inglés Active, activo, y Wear, ropa) ha sido adoptado por el mundo de la moda para hacer referencia al segmento o estilo casual de prendas de vestir destinadas para la práctica de deportes o para el ocio. Es un estilo de ropa que combina el deporte con la comodidad, tanto en hombres como en mujeres y niños, pues tiene una fuerte influencia en ropa destinada para la práctica de yoga y running. De alguna manera sustituye la expresión de Sportswear que se utilizaba para designar el estilo o las prendas de ropa exclusivas para hacer deporte.
Si bien, al principio del confinamiento las actividades deportivas al aire libre tuvieron que ser suspendidas, las personas preocupadas por el bienestar de su cuerpo optaron por realizar ejercicio desde casa, teniendo que adaptarse al lugar y espacio disponibles. Algunas de las disciplinas en las que se enfoca el Activewear cumplen con estos requisitos y se refleja con un incremento en ventas de 2pp de participación en los deportes de Running, Training y Yoga, impulsados por artículos como pants, shorts y hoddies, además de gorras y monitores.[2]
El Coronavirus consolidó el Athleisure y Activewear
De forma inesperada, el COVID-19 dejó a los consumidores en sus casas. La moda, en cierto modo, también se confinó y la formalidad quedó para las video-llamadas, mientras que la comodidad se escondía bajo la mesa. Este cambio en nuestra rutina diaria permitió combinar el deporte y el trabajo con el ocio logrando consolidar estas tendencias.
Es indudable, que el Activewear y Athleisure no son simples términos de moda, sino que permiten a los consumidores sentirse más libres, pero sobre todo cómodos, motivando a las personas a comprar más ropa deportiva y decidir en qué momentos la prefieren vestir.
Esta época de restricciones nos alienta a reflexionar sobre la fragilidad del ser humano. El estar saludable y hacer ejercicio desde casa por medio de aplicaciones y videos se convirtió en un hábito primordial, principalmente en aquellos que se preocupan por mantenerse en forma. Tampoco olvidemos que trabajar con ropa deportiva se está volviendo un hábito, lo que representará un impulso enorme para la industria de la moda deportiva en los años siguientes.
[1] Health and Wellness: Retail Strategies. WGSN, Laura Saunter, ttps://www.wgsn.com/insight/article/86198
[2] Fuente: Sales Tracking deportes Argentina, Chile, México y Perú. Dólares | marzo noviembre 2020 | Todos los deportes